El IAA inaugura la Feria del Libro y coordina por tercer año el Área de Ciencia

El Instituto de Astrofísica de Andalucía, el Estación Experimental del Zaidín, la Feria del Libro y Cultura Científica CSIC organizan la tercera edición del Área de Ciencia de la Feria del Libro, que se ubicará en la Fuente de las Granadas. El director del IAA, Antxon Alberdi, pronunció el discurso inaugural de la Feria

21/04/2018

El viernes 20 de abril a las 20:00 tuvo lugar la conferencia inaugural de la Feria del Libro (texto completo al final de la noticia), a cargo de Antxon Alberdi, director del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC). Y al día siguiente, sábado 21 a las 12 de la mañana, comenzaron las actividades del Área de Ciencia de la Feria del libro, que por tercer año consecutivo organiza el Instituto de Astrofísica de Andalucía, en esta edición junto con la Estación Experimental del Zaidín. Estos centros estudian, respectivamente, lo muy grande y lejano, las estrellas y las galaxias, y lo pequeño y cercano, lo vivo. Además, este año la Feria del Libro trae como eje principal los “personajes”, de modo que el programa se ha estructurado en torno a tres bloques: vida, personas y universo.

 

 

En nuestro recorrido por lo vivo veremos, de la mano de la Unidad de Producción Celular e Ingeniería Tisular del Hospital Virgen de las Nieves (Medalla de Andalucía 2018), cómo podemos curar con células, y asistiremos a la fabricación de piel humana con ingeniería de tejidos. También profundizaremos en una amenaza mundial, las bacterias resistentes a antibióticos, en los últimos avances en genética o en cómo el sexo ha contribuido al desarrollo evolutivo de las especies.

Por su parte, las sesiones dedicadas a las personas atenderán, entre otros, a nuestra concepción del sexo y del género, en una sesión doble con la catedrática en genética de la Universidad de Sevilla Isabel López Calderón y el investigador de la Universidad de Granada Daniel J. García, expertos en la determinación del sexo y del género desde la perspectiva biológica y sociopolítica respectivamente. Esta temática nos llevará también a descubrir, de la mano de la experta en inmigración Amparo González Ferrer (CCHS-CSIC), qué dice la ciencia sobre los procesos migratorios, un punto de vista que suele ignorarse pero que nos provee de herramientas para afrontar desafíos futuros. O a analizar por qué la ciencia ha sido históricamente "cosa de hombres", con la consiguiente pérdida de talento, y cómo podemos afrontar las barreras que aún impiden que la investigación sea una actividad igualitaria.

Por su parte, las sesiones dedicadas al universo nos acercarán a la figura de Stephen Hawking, un físico brillante y un personaje que aglutina la pasión por la ciencia, los libros y la vida, de la mano del experto en relatividad del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA) Carlos Barceló. También visitaremos las regiones centrales de nuestra galaxia, la Vía Láctea, para descubrir el agujero negro supermasivo que se esconde en ellas, o veremos por qué la fusión de dos estrellas de neutrones se convirtió el pasado año en un hito en la historia de la ciencia de la mano de Christina Thöne, investigadora del IAA que participó en el hallazgo.

La carpa contará con sesiones de talleres científicos, de la mano de los organizadores del festival Desgranando Ciencia, y con la proyección del proyecto audiovisual "El enigma Agustina", producido por el Instituto de Astrofísica de Andalucía.

 

PREGÓN FERIA DEL LIBRO 2018. ANTXON ALBERDI, DIRECTOR DEL IAA-CSIC

Buenas tardes, señoras y señores, queridos amigos y amigas,

Mis primeras palabras son de agradecimiento a la organización de la Feria por haber pensado en el Instituto de Astrofísica de Andalucía, y en mí en particular como Director del mismo, para este pregón. Me siento muy honrado, a la par que muy responsabilizado con esta misión. Sin ninguna duda, la razón última de que esté aquí la tiene la maravillosa concepción de la “Feria del libro” que trajo consigo su Director, Nani Castañeda. Nani ha querido reorientar la “Feria del Libro” hacia la “Fiesta del Libro”. Y en esa aventura creo que he sido un compañero fiel. Creo que compartimos el convencimiento de que la literatura no puede olvidar a la ciencia porque perdería elementos claves de nuestro mundo. El mundo es cada día más cambiante, nos sorprende en cada momento, y sobre él queremos reflexionar y, cómo no, cuestionarlo a partir de la narrativa.

Sobre este punto volveré a lo largo de este pregón. Pero antes que nada, déjenme que les haga unas consideraciones personales. Soy físico, y me apasiona la lectura.

Obviamente, no son incompatibles. Mi contacto con la escritura se circunscribe a un par de libros de divulgación científica y a colaboraciones, siempre divertidas y gozosas intelectualmente, en periódicos y revistas. Pero siempre me ha gustado leer. Mi niñez son imágenes de una familia numerosa en la que siempre había libros en la casa. Mi padre y mis hermanas y hermanos eran y son muy lectores, y leían de todo: novela, poesía, mucha política, cómics … Desde muy niño, me pasaron los libros de Tintín, Asterix, o los Cinco. A través de Tintín, vivía las aventuras que yo querría vivir. A través de Asterix, me encontraba con los personajes que luego he encontrado en mi vida (una mención especial para “Perfectus Detritus” de “Asterix y la Cizaña”, tan tristemente habitual en nuestros días, o ese “César” que se refería a

si mismo en tercera persona, también demasiado presente en la vida). En mi casa había una habitación de estudio, que tenía una estantería, que cubría toda una pared, llena de libros. Junto a ella, una mesa grande con 8 sillas, donde estudiábamos y leíamos todos los hermanos. Una minibiblioteca en casa. En casa de un militar, educado en la tolerancia por las circunstancias de la vida y por las ideologías tan diversas de sus hijos, había hasta libros que tenían escondido el lomo por su contenido oficialmente inadecuado. No hace falta decir que esos libros tan cautivos tenían un atractivo especial y particular para un niño como yo.

Y también quiero compartir con Ustedes una pequeña confesión familiar que me relaciona históricamente con el mundo del libro. Mi tercer apellido es Unamuno. Y es que, de hecho, mi bisabuelo y Miguel de Unamuno eran primos cercanos. En compañía de mi padre, estuve visitando Fuerteventura donde fue exiliado por Primo de Rivera en febrero de 1924. A principios de los treinta, volvería a Salamanca como Rector de su Universidad. Además de su obra literaria bien conocida, con incursiones en la novela, poesía y la filosofía, Unamuno fue un epistológrafo único. Escribía alrededor de cuatro cartas diarias, y esa es una herencia familiar. Desde que salí de casa a los 18 años, recibía una carta semanal de mi padre. En Zaragoza, Granada, Alemania o USA, no faltaba la misiva semanal, constituyéndose las cartas en el testigo de su tiempo y de una madurez vital, que resultó en un envejecimiento absolutamente digno. Son esas cartas que reivindicaba Bernardo

Atxaga en Obabakoak a través de Esteban Werfell, que recibía una carta semanal de su novia alemana y se convertía en su motivación para vivir, aun cuando esa novia fuera una invención paterna. O más cerca en el tiempo, la carta que recibía cada año Henrik Vanger, incluyendo una flor seca que él se encargaba de enmarcar, para arrancar toda la trama de la saga Millenium.

Soy nacido en San Sebastián, en una época de la vida de España muy convulsa. Y allí, entre otras cosas, el libro ha sido una contribución única a la paz. En esta inauguración de la Feria quisiera tener un recuerdo especial para la librería Lagun y para su librera María Teresa Castells, que en sus 50 años de historia ha sido todo un símbolo de la lucha por la libertad y la reconciliación. Que este homenaje se convierta en un recuerdo para todos los libreros de Granada.

Pero ya soy un granadino más; mi mujer y mis hijos lo atestiguan. Ellos me dan la vida cada día. De hecho, cuando digo que voy a casa, vengo a Granada. Por ello, ser pregonero de la feria del libro de Granada me transmite una emoción especial. Mi vida profesional y también el azar tienen mucha culpa de que hoy esté aquí: ser Director del Instituto de Astrofísica es un honor y es un enorme compromiso profesional. Son más de 42 años de historia, que exigen un esfuerzo diario para competir al máximo nivel en el entorno internacional. El IAA ha estado profundamente enraizado con la ciudad de Granada desde sus orígenes, compromiso refrendado en este último año a través de la participación muy activa en la “Mesa por Ciencia” que coordina todas las actividades de “Granada Ciudad de la Ciencia e Innovación”. Creamos todos en este proyecto que hace de Granada una ciudad diferente. Esta “Fiesta del Libro” camina en esa dirección. Y esta colaboración tiene un origen azaroso, que le dan un aire casi poético, porque como ya dijo Clara Grima en su pregón, la Ciencia trae fundamentalmente buenas noticias: un libro comprado por Nani en un kiosko, un e-mail al autor que reconoce en su remitente al batería mutante, y una llamada telefónica de vuelta que nos han traído hasta el día de hoy. Cultura y Ciencia, siguiendo un camino común.

Pero ya que hablamos de cultura y ciencia, permítanme referirme al que quizás ha sido identificado históricamente como el gran debate de las dos culturas. Mario Vargas Llosa lo bautizó como un debate novelado. Hace casi seis décadas, en 1959, se produjo una controversia apasionante entre el novelista y científico británico Charles Percy Snow y el crítico literario Frak Raymond Leavis. C.P. Snow pronunció en 1959 la denominada Rede lecture (las conferencias Rede son lecturas públicas que se imparten anualmente en la Universidad de Cambridge en homenaje al insigne jurista Sir Robert Rede), a la que tituló “Las dos culturas y la revolución científica”. En su conferencia mostró su preocupación por una confrontación en el mundo occidental entre una "cultura literaria" y una "cultura científica", separadas por la ignorancia y los prejuicios recíprocos. Cada una de estas culturas generaba dos tipos de saber, que habrían llevado a una incomunicación profunda entre intelectuales y científicos.

Snow hacía esta denuncia con un pie en cada bando. Se había dedicado a la espectroscopia, pero siempre había querido ser novelista y, de hecho, publicó más de una docena de novelas. Para C. P. Snow, «la cultura científica representaba la modernidad, el futuro, mientras la cultura literaria era la cultura tradicional, ajena a los descubrimientos científicos y las innovaciones de la técnica». De hecho, Snow cuestionaba a los representantes de la cultura tradicional más estrictos y los calificaba de luditas –nombre que se dio en el siglo XIX a los trabajadores ingleses del textil que se oponían fehacientemente a la instalación de máquinas porque robaban puestos de trabajo-. Para Snow, los mejores representantes de la nueva sociedad eran los científicos, en especial los físicos, que se adelantaban a los cambios de la sociedad, que eran progresistas en el sentido estricto de la palabra, y que deberían representar -junto a los humanistas más receptivos- la universalización de la cultura.

El Prof. Frank R. Leavis le respondió en 1962 en la Conferencia Richmond (también celebradas en Cambridge y que honraban al almirante Herbert Richmond). La conferencia se tituló “Two Cultures? The Significance of C. P. Snow” , donde realizó una respuesta desmedida a Snow. Quizás la ferocidad de su respuesta estaba relacionada con el hecho de que Leavis era en ese momento el crítico literario anglosajón más prestigioso, y desde su plaza de Full Prof. en Cambridge, y la revista “Scrutiny” había considerado a la ficción literaria la mejor herramienta. Sin embargo, la mayor parte de su réplica se dedicó a destrozar s Snow. De hecho, afirmó:

«Snow no solo no es un genio, sino que es intelectualmente tan mediocre como se pueda ser. Como novelista Snow no existe, no ha comenzado aún a existir. Ni siquiera sabe lo que es una novela. Resulta una ilusión patética, cómica y amenazadora por parte de Snow creer que puede aconsejarnos sobre los asuntos que aborda».

La contundencia de sus juicios le valieron una querella y tuvo que hacer frente a una indemnización. Estos ataques favorecieron a Snow, que ganó las simpatías que despiertan las víctimas de ataques desproporcionados. El debate en cualquier caso estaba vivo y era tremendamente estimulante: para el crítico literario, no se debían de confundir lo que era una actividad asociada a la cultura, donde lo que se hace es enriquecer el espíritu, de lo que es una mera adquisición de nuevos conocimientos. No se debería confundir lo que es la cultura de lo que es la información. No se debería confundir el disfrute de leer a un clásico u oír una pieza clásica con la información. Un concepto, sin duda, demasiado estricto. Por otro lado, C. P. Snow aspiraba a reformar la Universidad, proponiendo un acercamiento mayor a la ciencia y a la técnica, y alejándola de las humanidades. En cualquier caso, se iba al otro extremo del razonamiento, estableciendo que la medida del progreso se basaba simplemente en las mejoras tecnológicas.

Una polémica similar tuvo lugar en nuestro país a principios de siglo entre dos de nuestros más grandes intelectuales: José Ortega y Gasset y el ya mentado Miguel de Unamuno se enzarzaron en una disputa similar a principios del siglo XX. En cualquier caso, el espíritu reformista que animaba a Ortega y a los creadores de la Edad de Plata de la cultura española de principios del siglo XX, se vio relacionada con otros hechos como la visita de Einstein a España en 1923, el sistema de educación implementado por la Institución Libre de Enseñanza o la creación de la Junta de Ampliación de Estudios entre otros. Incluso los poetas del 27 sabían que las ciencias eran tal vez el campo donde más avance se requería si España quería

ponerse al nivel de otros países europeos. No puede olvidarse tampoco la enorme contribución de las “Sinsombrero”, un grupo de mujeres españolas, pensadoras y artistas, a la modernización del panorama cultural y artístico del país. Unamuno reflejaba el punto de vista más clásico, opuesto al punto de vista de Ortega. Pero permitanme que dedique unas pequeñas palabras de apoyo para mi pariente lejano: parece que su famoso “Que inventen ellos” viene de una época de su vida muy afectada por su crisis espiritual, que aparece fielmente reflejada en, por ejemplo, “San Manuel Bueno y Mártir”, y que le hizo tomar actitudes muy radicales frente a las nuevas corrientes de pensamiento.

En los sesenta años transcurridos desde aquella polémica, las distancia entre las dos culturas –la científica y la humanística– se han ido reduciendo y el muro que dificultaba la comunicación entre los integrantes de cada una se ha ido derruyendo. La cultura científica no entra en conflicto con la cultura humanística, sino que ambas forman parte de una cultura integral, más amplia, en la que tienen cabida tanto los conocimientos científicos y posibilidades de intervención tecnológica, como los valores humanísticos y sociales al servicio de los cuales se sitúa la ciencia. La ciencia es una parte de la cultura, pero no es una parte cualquiera. El futuro de un país depende de la ciencia, y también la oportunidad de conseguir un mundo más justo y más respetuoso con nuestro planeta. Todo ello dependerá no solo de la ciencia que consigamos crear, sino también de cómo logremos integrarla en el resto de nuestra cultura. En este sentido, la “Carpa de la Ciencia” hace un hincapié especial en las grandes olvidadas, las mujeres científicas, mujeres para las que el acercamiento a la Ciencia como a todos los campos de la vida pública, supuso más trabajo y esfuerzo. Son las que hemos denominado “Científicas, contra viento y marea”.

Esta Feria del Libro de Granada de 2018 lleva como tema asociado los “Grandes Personajes de Ficción”. Frankenstein es uno de ellos y es quien figura en el cartel anunciador de la Feria. Fue creado en 1818 por Mary Shelley, otra mujer rompedora, quien imaginó un científico obsesionado que, impasible ante el poder de su ciencia, decide dedicarse a la búsqueda de un proceso científico que le permita crear vida a partir de tejidos humanos y de electricidad. De ahí deriva en una reflexión sobre la soledad humana, la soledad que experimenta un ser de apariencia y propiedades humanas. pero a quien los humanos no reconocen como uno de los suyos. Ciencia y literatura de la mano. Y desde entonces, la presencia de la ciencia y la tecnología a través de sus ideas innovadoras y avances tecnológicos se ha visto reflejada de forma habitual en la literatura universal.

Para finalizar, permítanme que tenga un recuerdo muy especial para dos personas que han fallecido en este año y que están muy relacionados con esta fiesta del libro y su temática para este año. Por un lado, Stephen Hawking. Y por otro, Antonio Fraguas Forges, creador de maravillosos personajes de ficción, quizás más reales que la vida misma.

El siglo XX ha sido considerado por muchos como el siglo de la Física. Nacieron dos teorías revolucionarias: la Relatividad General y la Mecánica Cuántica, la física de lo grande y lo pequeño, dos teorías aparentemente incompatibles. Parecería que cuando tenemos que abordar un problema físico primero debiéramos seleccionar qué teoría aplicar. Sin embargo, la naturaleza nos ofrece dos escenarios donde conviven ambas dos: la formación y evolución de los agujeros negros y la evolución del Universo en su conjunto. La aportación de Hawkin ha sido fundamental en el estudio de los agujeros negros, describiendo un nicho de la naturaleza donde la gravedad cuántica encontraba acomodo natural. Y además ha sido capaz de comunicarlo a la sociedad, con libros de divulgación convertidos en fenómenos de masas, y convertirse en un símbolo de la superación humana. Forges ha sido, es y será un grande. Sus personajes de ficción (Mariano,Concha, las viejas y viejos del pueblo capaces de comentar toda la actualidad, el funcionario profundo, el jefe no siempre muy merecedor de respeto, sus Blasillos, los náufragos en su isla, los pijos ausentes) han representado a España mejor que nadie. En sus viñetas tenían cabida la política, la cultura, la ciencia abandonada que le dolía especialmente, y por supuesto Haití. Y nos dejó un mensaje en su viñeta póstuma, que no tiene parangón:

“La piedra es el único objeto inanimado capaz de tropezar dos veces con el mismo hombre” Habrá que tomar nota. Siempre Forges. Disfruten de todas las actividades que Nani y su gente han preparado. Hay sitio para todo, para Lorca, para la ficción, para la ciencia, para la música … y para la literatura. Cuando se acerquen a las casetas de las librerías, compren un libro. Los autores, los libreros y ustedes mismos, se lo merecen.

Bienvenidos a la Feria del Libro de Granada.

 

 

 

PROGRAMA COMPLETO:

SÁBADO 21

12:00 Stephen Hawking y el renacer de la relatividad: un breve recorrido por su obra y su figura. Carlos Barceló (IAA)

13: 00 Cómo Stephen Hawking me abrió los ojos. Rocío Sánchez

17:30 TALLERES CIENTÍFICOS

19:00 ¿Cantan las bacterias? Biología musical y música biológica. Manuel Espinosa (EEZ)

20:00 Antibióticos y superbacterias, una amenaza mundial. Sonia Anaya Ordóñez (D.S. Granada-Metropolitano)

 

DOMINGO 22

12:30 Vilma Picapiedra, Tadeo y los dinosaurios... los mitos de la Prehistoria al descubierto. Margarita Sánchez (UGR)

17:30 TALLERES CIENTÍFICOS

19:00 El silencio de las mujeres en ciencia y tecnología: por qué y hasta cuándo. Nuria Rico (UGR)

20:00  Regreso al futuro: Cómo los registros del pasado climático de la Antártida pueden informar de cambios futuros. Carlota Escutia (IACT)

 

LUNES 23

19:00  ¿Podemos curar con células?

Olga Espinosa Ibáñez, Ana Fernández González, Natividad Fernández Porcel, Alexandra Ordóñez Luque, Antonio Ruíz García, Jorge Guerrero Calvo, Antonio M. Lizana Moreno, Alvaro Sierra Sánchez (Unidad de Producción Celular e Ingeniería Tisular del HUVN-UPCIT)

20:00 TALLER. Fabricación de piel humana por ingeniería de tejidos (UPCIT)

 

MARTES 24

19:00 Cuestión de sexo. Lo que dice la biología acerca de la determinación sexual en humanos Isabel López Calderón (Univ. Sevilla)

20:00 La ficción del binarismo sexual: ¿hombre, mujer, unicornio? Daniel J. García (UGR)

 

MIÉRCOLES 25

19:00 Los animales también reciclan. Eduarda Molina (EEZ)

20:00 Epigenética, más allá de la genética: un código, multitud de funciones. Juan David Cano (GENYO)

 

JUEVES 26

19:00  ¿Por qué la fusión de dos estrellas se convierte en un hito histórico de la ciencia? Christina Thöne (IAA)

20:00 Hablemos de sexo, hablemos de evolución. Pablo R. Palenzuela (UPM)

 

VIERNES 27

17:30 TALLERES CIENTÍFICOS

19:00  Descubriendo el corazón de nuestra galaxia: el agujero negro supermasivo Sagitario A* y otros misterios. Eulalia Gallego (IAA)

20:00 Radioficción. Viaje a Lovaina: del Big Bang a la energía oscura. Emilio J. García (IAA), Susana Escudero (RTVA), José Miguel Álvarez (RTVA) Patricia Rodríguez Rosario, Antonio FH y Alejandro Hornillo

 

SÁBADO 28

12:30 ¿En qué lenguaje hablamos a los extraterrestres cuando lleguen? Dani Guirado (IAA)

17:30 TALLERES CIENTÍFICOS

18:00 Vida en el universo: no sabemos lo que es, si existe ni dónde está Óscar Huertas (Laniakea)

19:00  "El enigma Agustina", proyección audiovisual del Instituto de Astrofísica de Andalucía

 

DOMINGO 29

12:30  Inmigración: el necesario punto de vista científico. Amparo González Ferrer (CCHS-CSIC)

17:00 TALLERES CIENTÍFICOS

18:00 El dilema de Turing, presentación de libro. Javier Burgos (FIBAO) y Ángel Fernández Recuero (Jot Down)

Los retratos perdidos de Gericault, charla de Javier Burgos  (FIBAO)

19:00 La vida y el universo desde Granada

Isabel Márquez (IAA) - Manuel Espinosa (EEZ)

 

ENTRADA LIBRE HASTA COMPLETAR AFORO

Contacto: 

Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC)
Unidad de Divulgación y Comunicación
Silbia López de Lacalle - sll[arroba]iaa.es - 958230532
http://www.iaa.es
http://divulgacion.iaa.es